Ernst Toch: Elementos constitutivos de la música (comentario)

Tengo un vicio confesable: los libros. Sé que es una afección bastante común, puesto que varios de mis amigos la sufren, y más personas que conozco. Salir de una librería con las manos vacías es prácticamente imposible, y si es una librería con una buena sección de música, ni se contempla. Me amparo además en el hecho de Sigue leyendo «Ernst Toch: Elementos constitutivos de la música (comentario)»

El intérprete y el orador

En el discurso que, como ya comenté, ofrecí en la Fundación Marcelino Botín el pasado viernes 7 de enero, era mi intención hacer comprender al público, proveniente de muy diversas disciplinas, cuál es en mi opinión la tarea del intérprete, en qué se debe centrar y cuáles son las guías de su trabajo diario. Para hacerlo más comprensible y menos abstracto, se me ocurrió comparar al intérprete con otras profesiones que se desempeñan sobre el escenario. Sigue leyendo «El intérprete y el orador»

El profesor ideal

Aunque no suelo ser consciente de ello, a lo largo de día manejo una cantidad de información alarmante (sin ir más lejos, hoy me he dado un auténtico baño en estadísticas referentes a la cultura en España). Hace unos días cayó en mis manos un librito de actas de un congreso, y lo hojeé por si encontraba algo de mi interés. Se ve que lo encontré, porque acabo de dar con un papel lleno de apuntes sobre uno de los estudios que recogía el libro…

El estudio en cuestión era una investigación, realizada por alumnos universitarios, sobre la percepción, por parte de alumnos de Educación Primaria y Secundaria, de lo que es un buen proceso de enseñanza-aprendizaje. Y esto es lo que yo extraje de los resultados que se mostraban:

  1. Los alumnos consideran que ha de haber una dinámica que haga posible que expresen su propia opinión en el aula; Sigue leyendo «El profesor ideal»

La individualidad y el éxito

He comenzado a leer un libro que me ha prestado mi buen amigo Pau, y que me ha atrapado desde el comienzo. Se trata de Cómo la vida imita al ajedrez, de Garry Kasparov. Ya sólo algunos pasajes de la introducción me han resultado dignos de comentar:

No obtendremos ninguna ventaja, ni ninguna mejora de lo que es obvio o idéntico para todos. Debemos mirar más alto y cavar más hondo, ir más allá de lo básico y universal. En teoría, cualquiera puede aprender a jugar al ajedrez en media hora y las reglas son, por supuesto, iguales para todos los hombres, mujeres y niños. Si damos el primer paso más allá de las reglas, sin embargo, si abandonamos el nivel inicial en el que sólo nos preocupa movernos según las normas, empezamos a crear patrones que nos distinguen de todos aquellos que han desplazado un peón alguna vez en su vida. (…) Sigue leyendo «La individualidad y el éxito»

Blog de WordPress.com.

Subir ↑