Unos amigos, enamorados como yo de la voz y la presencia escénica de Philippe Jaroussky, me han enviado este artículo que apareció el pasado viernes en el New York Times. En él se explica qué es lo que dio lugar a la figura de los castrati, y algunas particularidades de cómo era su vida. También ilustra, a través de ciertas anécdotas de la formación de Jaroussky, algunas de las respuestas que puede encontrar, con cierta frecuencia, un joven que quiere ser músico (el «empezaste muy tarde», el «quizá no valgas»…), y habla de la percepción de su propia voz por parte del cantante. No sólo para jarousskianos… ¿Habéis visto Farinelli?
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